Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

miércoles, 2 de junio de 2010

Montes Altos de Vitoria.

O ir a por lana y volver con trigo (o algo así). Ayer por la tarde fuimos a los Montes Altos de Vitoria a anillar pollos de Busardo ratonero (Buteo buteo), que en la zona denominan "guarrillas". No fue posible porque los árboles en los que estaban medían 28 o 30 metros y nuestra escalera todo terreno 6, el resto había que hacerlo escalando pero los árboles eran muy anchos. El esfuerzo fue enorme pero sin ningún éxito. Después de pasar un buen rato mirando al cielo miramos al suelo y, en las rodadas de los vehículos llenas de agua, encontramos una de las auténticas riquezas de los Montes Altos: el mundo de lo pequeño, los anfibios. En uno de los barrizales encontramos un juvenil de sapo corredor (Bufo calamita) y una docena de hembras de tritón palmeado (Lissotriton helveticus). En otros charcos más arriba en el monte encontramos una rana verde (Pelophylax perezi) , otra media docena de hembras de tritón palmeado y cuatro o cinco inmaduros (o larvas) de salamandra (Salamandra salamandra). A ver si tienen suerte y pueden salir adelante antes de que se sequen los charcos o algún enegúmeno con quad o moto atraviese a toda velocidad los charcos arrasando con toda la riqueza y biodiversidad biológica que hay alli. Hay decenas de descerebrados; quizás alguno de los que van a toda leche por el monte en moto matando todo y haciendo ruido, tenga ese vehículo llevado de su amor por la Naturaleza. Hay amores que matan.

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