Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

martes, 24 de agosto de 2010

En el estrecho de Gibraltar vimos otros animales además de cetáceos.

Además de los cetáceos que os he contado en un post anterior, vimos otros animales durante nuestra emocionante expedición a la búsqueda de los mamíferos marinos. Cuando interaccionábamos con un gran grupo de delfines mulares (Tursiops truncatus), varios de ellos cruzaron por debajo de un enorme pez luna, que se quedó aterrorizado. Pero los delfines siguieron a nuestro lado y no le hicieron caso. El ejemplar de pez luna (Mola mola) tenía casi un metro de diámetro y navegaba a ras de la superficie flotando echado sobre uno de sus lados. También vimos cómo saltaban fuera del agua algunos ejemplares de atún común (Thunnus thynnus), el atún de las almadrabas. La víctima de las orcas (Orcinus orca) en la zona. Pero sobre todo de los japoneses, los cuales, con la colaboración necesaria de las administraciones de todo el mundo, van a llevarlo a su extinción. Sobre las olas, raseando como misiles inteligentes en busca de su objetivo, vimos volar a la pardela cenicienta (Calonectris diomedea). Cuando nos dirigíamos de retirada al puerto de Tarifa, a las 20:00 horas aproximadamente, fuimos adelantados por unas aves alargadas que volaban de sur a norte. Se trataba de un adulto y tres juveniles de alcatraz atlántico (Morus bassanus). Nos cruzaron a proa y popa varias procelariformes más, pero con la cambiante luz solar no pudimos identificarlas con certeza ya que si bien podían parecer ejemplares adultos de pardela sombría (Puffinus griseus) también podían ser ejemplares jóvenes de pardela cenicienta. Bandadas de golondrinas (Hirundo rustica), a pesar del fuerte viento de poniente, atravesaban el estrecho en busca de sus cuarteles de invierno africanos. Por la mañana habíamos visto una gran concentración de milanos negros (Milvus migrans) sobre los campos de aerogeneradores de los alrededors de Tarifa cogiendo altura. No volvimos a verlos en todo el día. También fueron abservados por un nutrido grupo de observadores instalados en una elevación en forma de templete con columnas de un parque de la ciudad junto a instalaciones municipales y aparcamientos alternativos.

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