Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Día Internacional de las Aves.

El pasado fin de semana se ha celebrado por toda España (y supongo que por todo el mundo mundial) el Día Internacional de las Aves. Es increíble, para los que vamos sumando un cierto número de años, la respuesta que estas actividades están teniendo en la ciudadanía. Tengo la impresión de que poco a poco, de una manera casi imperceptible, se está introduciendo en la sociedad una manera sutil y virtuosa de relacionarse con la Naturaleza. Hace algunos años, no demasiados, la manera socialmente aceptada que teníamos los jóvenes de relacionarnos con la fauna local era matándola. No hablo de hace cuarenta años, sino de hace veinte. Hace cuarenta años todavía era peor ya que se consideraba a la fauna silvestre en dos grandes grupos: la fauna para cazarla siguiendo unas ciertas reglas (caza deportiva, silvestristas) y la fauna para cazarla sin seguir ninguna regla, con saña. Hay una expansión "en mancha de aceite" de unos nuevos valores que, si bien todavía no alcanzan a toda la ciudadanía, se van haciendo presentes. Queda mucho bruto, pero creo que aparece un tercer grupo de fauna silvestre: es la fauna a proteger. Desgraciadamente a este tercer grupo todavía no se han incorporado anfibios, reptiles, mariposas, luciérnagas, etc. lo que ocasiona la destrucción de especímenes de serpientes, de sapos, de insectos, en cuanto asoman. Pero confío en que la transmisión "boca a oído" (lo de "boca a boca" en la expansión de consignas y secretos siempre me ha parecido un poco chocante, quizás la Mata Hari...) y el esfuerzo de entidades conservacionistas que aprovechan estos días internacionales para hacer acto de presencia social, continúen la expansión de estos nuevos valores de respeto, admiración y conocimiento hacia la fauna salvaje.

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