Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Rapaces al sol. Belorado (Burgos. España).

El día 6 de noviembre, sábado, amaneció soleado, magnífico, tranquilo. En Belorado, sobre el monte repoblado que se extiende junto al castillo, al norte de la población, revoloteaban cuatro rapaces. Dos de ellas eran busardos ratoneros (Buteo buteo), la otra era un milano real (Milvus milvus) y la cuarta podía ser otro ratonero, juvenil en fase clara o un gavilán macho (Accipiter nisus). Parecía que estaban disfrutando del día, del sol, de la templada temperatura. Ya sé que esto no es muy científico, y que, aunque parecía que interactuaban perezosamente y que no tenían nada que hacer, estarían vigilando su territorio de campeo. Como tú dijiste, no obstante, no podemos decir que no estén disfrutando del día, porque hemos visto tantas cosas que no podían ser y luego resulta que eran... Realmente parecía que estaban disfrutando del magnífico y soleado día que hacía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario