Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

viernes, 30 de abril de 2010

Los primeros pollos de garza real anillados en 2010.

La pequeña colonia de tres nidos de garza real en un árbol.

Los pequeños pollos sacados del nido, tranquilos, esperando a ser anillados, medidos, y devueltos al nido.



El día 27 por la tarde anillamos los primeros pollos de garza real (Ardea cinerea) de la temporada 2010. Como sabes, uno de los proyectos de investigación científica que desarrolla la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con la colaboración de la Sociedad Conservacionista Txolarrea, es el de conocimiento de la fenología, ecología y desplazamientos de ardeidas mediante el anillamiento científico de pollos en nido. Este año además completaremos la información mediante estudios de sex-ratio en nido, cantidad de huevos (fecundidad) y de fertilidad de los mismos. Así que llevamos varias semanas localizando y observando nidos de garza y otras ardeidas. Por fin el pasado día 27 entramos en el primer nido, de una pequeña colonia de tres nidos, y pudimos anillar dos pollos. Había un huevo más pero estaba sin fecundar y roto. Ahí os he puesto las fotos. Conmueve la fragilidad de unos pollos cuya única defensa es amenazar con el pico, excretar y vomitar a quienes les molestan. Siento molestarles, pero es la mejor manera de poder colaborar en su conocimiento y conservación. Próximamente anillaremos garzas reales en una colonia más numerosa, de más de treinta nidos, y continuaremos con otras ardeidas finalizando la campaña con pollos de garza imperial (Ardea purpurea). ASSM

jueves, 29 de abril de 2010

Fotografías de avutarda, pagaza y cernícalo primilla.

Por si la mañana de hoy no era suficientemente estimulante con el amanecer en bote en Salburua, al llegar al curro me he encontrado con que un amigo me ha enviado varias fotos de aves: avutarda (Otis tarda), cernícalo primilla (Falco naumani) y pagaza, realizadas por otro amigo común en España. Eran nueve fotografías espectaculares. Aquí os pongo una selección de tres de ellas. El artista es el fotógrafo de Naturaleza radicado en Vitoria Ramón Arambarri, naturalista.





Amanecer en las balsas de Salburua.

Esta mañana, a las cinco menos veinte sonaba el despertador. Después del desayuno, ducha y dejar el café preparado para los siguientes, me he dirigido a la cita que tenía a las seis. El objetivo de una salida así, en la oscuridad de la noche, no puede ser más que o clandestino o muy inocente. Íbamos a intentar anillar los pollos de garza real (Ardea cinerea) de un nido que tenemos localizado. Era noche cerrada. Las calles estaban completamente vacías (en Vitoria hoy la mitad de la población está de "puente" pues ayer fue el día festivo de nuestro patrón San Prudencio). Cuando he llegado a las seis menos 10 ya estaba allí esperándome mi socio. Hemos montado el barco, que hemos hinchado con un compresor eléctrico de mano. Ha sido genial; habitualmente la operación nos cuesta tres cuartos de hora y acabamos cubiertos de sudor. Hoy estábamos echados en el suelo mientras la maquinita hacía su labor. A eso de las siete hemos botado la canoa. Nos hemos dirigido, bogando entre dos luces, remando hacia el bosquete en el que sabíamos que estaba el nido. Patos, fochas y somormujos se despertaban y salían pitando al descubrir una especie de ballena gorda aproximándose. El silencio, sólo interrumpidio por los trompetazos de la fauna al huir y por el canto de las ranas, era magnífico. Hacía un ligero fresco y soplaba brisa de levante. Hemos llegado hasta el árbol que sostenía el nido. Hasta la misma base. El agua estaba negra. Era un arbolito fino y cimbreante, con el nido a unos cinco metros de altura. Imposible de subir. Las garzas adultas se elevaban lentamente si perder de vista a esa especie de redondo saurio que se ha instalado bajo sus patas. Era absurdo y peligroso intentar llegar al nido. Hemos salido de la enramada y hemos circunnavegado todo el bosquete. El sol estaba ya fuera, de color naranja fuego. El cielo cárdeno. El bote avanzaba con la agilidad de un saco de patatas, más o menos; pero la impresión era extraordinaria. Sonaba el agua en los remos, avanzábamos lentamente entre los sauces, sobre un campo de brotes de espadaña. El sol ha comenzado a brillar, pintando todo el paisaje de verde vida, cuando hemos llegado al desembarcadero. ¡Qué día, por favor! Parecía la selva. Olía a aventura. Hemos recogido rápidamente (la balsa hay que descontaminarla para evitar que traslademos contagios de larvas o esporas de un sitio a otro), y de allí corriendo a trabajar. Hoy he llegado tarde por primera vez: eran las 7:58 cuando he fichado. Pero, coño, la mañana ha comenzado de otra manera. ¡Qué felicidad interior da el campo! 801811.

lunes, 26 de abril de 2010

Los córvidos de Jordania y Siria.

En Siria y Jordania, a donde sabrás hemos viajado recientemente, hemos podido observar algunos córvidos que no son observables por estas longitudes. Hemos podido ver al cuervo de la India (Corvus splendens) procedente de la India e introducido en la zona probablemente de manera accidental, que es similar de tamaño al Corvus corax nuestro pero con cuello y vientre gris, revolotear en pareja por el cementerio católico de Damasco y por los alrededores del monasterio de San Jorge junto al Crak de los Caballeros; al cuervo desertícola (Corvus ruficollis) al mediodía en Wadi Rum sobrevolando las montañas de basalto; al cuervo colicorto (Corvus rhipidurus), inconfundible, navegando a vela, como una rapaz, sin batir las alas entre los edificios de Petra y por los alrededores de Wadi Musa; y a la corneja cenicienta (Corvus corone cornix), que fue la de la utilización, en los tejados de Amán, de ladrillos para almacenar sus alimentos aprovechando los orificios. Hay algunas especies más en la zona como la graja (Corvus frugileus), el cuervo (Corvus corax), la grajilla (Corvus monedula) y la chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus) pero creo que vimos a los más especiales de la zona. No vimos grandes cantidades, más bien individuos solos o parejas; no parecen muy abundantes. 801811

Monfragüe

Mi vecina del primero, que estudia Veterinaria en León, se ha ido con varios colegas de estudios a pasar un finde largo en Monfragüe. Según me ha contado, la primavera ha dejado un Parque maravilloso. Esmaltado de turquesa y amarillo. Han visto rabilargos (Cyanopica cyana), buitre negro (Aegypius monachus), abejaruco europeo (Merops apiaster), cigüeña negra (Ciconia nigra). Han pasado un finde de ensueño, acampando con sus tiendas y durmiendo en sacos de dormir. La cuadrilla tiene como 22 o 23 años de media. Son verdaderos y esforzados amantes de la Naturaleza y tienen intención de dedicarse profesionalmente a ella, para lo que estudian veterinaria. ¿Hay esperanza todavía para la Naturaleza de esta pobre España de basura, chiringuito y corrupción urbanística?801811

Avistamientos de aves en la jornada práctica del cursillo de herpetofauna anfibios.

Mientras mirábamos al suelo para descubrir ranitas pardas entre la hojarasca, las llamadas permanentes de los pájaros desde las ramas de los árboles y las sombras fugaces que recorrían la bóveda del bosque reclamaban nuestra atención insistentemente. Es lo que tiene ser ornitólogo, no puedes mirar al suelo. Sin embargo tuvimos que aunar ambas acciones porque queríamos ver anuros y urodelos, pero tampoco queríamos perder la oportunidad de observar aves forestales. El bosque por el que caminábamos es un bosque de robles, mayoritariamente, con sotobosque de zarzamora, acebo y espino albar sobre un sustrato herbáceo con gran cobertura de hojarasca seca. El suelo es calizo, si bien hay algunas afloraciones de cantos de arenisca, no sé si depósitos aluviales o si de origen antrópico. En todo caso, algunas zonas del bosque están encharcadas y todo él está muy húmedo; tanto que hay algunos rodales hayas de buen tamaño. La propiedad del bosque y las lagunas es comunal. Entre las aves más especiales que vimos podemos citar al carbonero palustre (Parus palustris), se agitaba entre las ramilas y hojas de los arbustos buscando insectos y semillas. Su caperuza negra y su corbata lo hacen inconfundible. Su área de distribución en España se limita a la cornisa cantábrica. Poco después vimos a un herrerillo capuchino (Parus cristatus). Inconfundible con su cresta se posaba en lo más alto de los árboles rebuscando entre las ramas más elevadas. Además vimos un grupo de bisbita arbóreo (Anthus trivialis) persiguiéndose. Supongo que, además de buscar alimento, estaban en cortejo. Herrerillos comunes (Parus caeruleus, de momento) y carboneros comunes (Parus major) nos acompañaron durante toda la jornada. 801811

domingo, 25 de abril de 2010

La resaca del cursillo de herpetología.

Hemos visto a un sapo corredor (Bufo calamita) intentar el amplexus con una salamandra. Debía de estar muy despistado. Es un sapo que canta con saco gular y arma un buen ruido. Pero ¿sabéis que hay personas que llaman a la Diputación Foral de Álava o al Ayuntamiento de Vitoria, para que les quiten los anfibios próximos a sus viviendas porque les molesta el ruido que hacen sus cantos? Es cojonudo. Esas personas se construyen un chalet en zonas de bosque bien conservado, seguramente atraídos por el entorno natural y por su amor a la Naturaleza, y en cuanto el bosque y el entorno muestran sus auténticos encantos y sus animales se recuperan del trauma de la obra y empiezan a reclamar y a buscar pareja, las personas que querían vivir en el bosque (como la bruja del cuento de Hansel y Gretel) solicitan a las instituciones que les aparten esos "bichos" porque les molestan. No me extraña que el pobre bufo calamita esté hecho un lío. ¡Toma progreso!
Esto me hace reflexionar. Hoy en día estamos muy orgullosos en esta España tan solidaria de que la perspectiva "verde" ha entrado en nuestras vidas. Nos gusta reciclar y nos gusta creer que estamos ayudando al equilibrio natural. Incluso pensamos que, aunque nosotros nos pasemos un poquito, en general, con la ayuda de las instituciones, podemos compaginar progreso con conservación. Pero a la menor oportunidad se manifiesta lo que hay detrás de ese amor a la Naturaleza: el amigo que destruye todos los nidos de golondrina de su cobertizo porque le manchan el suelo, la vecina que dirige con fuerza el chorro de su manguera contra el alero de su chalet (que se lo ha comprado con jardín porque ama a la Naturaleza) para destruir los nidos de gorriones, los dueños de chalets (que se los han construido en zonas silvestres porque aman la Naturaleza) que solicitan a las instituciones que se lleve las ranas a otro sitio porque les molestan, el amante de la naturaleza que se coge un quad para ir de excursión un domingo por la mañana dando por el saco a todos los habitantes de la Naturaleza con el ruido que hace, el amante de lo natural que se compra un 4X4 para hacer excursiones con un grupo de tipos superdeputamadre que gustan de andar al aire libre (en procesión laica de todoterrenos), y así hasta el infinito. Lo de la solidaridad y lo del respeto a la Naturaleza en España es una mascarada. 801811

Cursillo de herpetofauna. Anfibios.

La tarde del sábado pudimos observar algunos ejemplares conservados en alcohol. Muertos tripa arriba.
El domingo por la mañana vimos a las ranas en su ambiente. En el campo, con un día magnífico de sol. Esta es la famosa rana ágil (Rana dalmantina). En toda la Península Ibérica (España y Portugal) sólo se da en Álava. Puede haber una pequeña colonia en Navarra cerca de la separación con Álava y quizás en Castilla y León también junto a la muga con Álava. Así pues tenemos una gran responsabilidad en su conservación. Hemos visto varios ejemplares. Las fotografías son de Charo González de Zárate.

Ranita de San Antonio. Hemos visto varias en la misma zona. Preciosa, como un pequeño dije de jade.



Una dalmantina haciendo gimnasia ágil. Es la famosa prueba de la articulación tibio-tarsal para diferenciar la ágil de la temporaria. Son las dos ranas pardas que hemos visto hoy.


Este finde nos hemos dedicado a asistir a un cursillo de herpetofauna centrado en los anfibios. Ayer sábado fueron clases teóricas y hoy domingo hemos tenido la práctica. Ha sido un día fantástico. Hemos iniciado la excursión a las 09.00 de la mañana en las algunas de Altube, en el Parque Natural del Gorbea. En Álava hay 14 especies de anfibios y hoy, en la excursión hemos observado ejemplares de 7 especies. Las fotos son de la excursión de hoy.

jueves, 22 de abril de 2010

La Memoria de la Iª Expedición a Senegal.

Es la portada de la Memoria. La preside un carricerín común (Acrocephalus schoenobaenus), como el de debajo.



Hemos terminado la Memoria de la Iª Expedición Internacional Invernada Paseriformes Transaharianos en Djoudj (República del Senegal) que realizamos entre el 16 y el 24 de enero. Nos ha costado dos y medio meses hacerla, pero ya está terminada, traducida al francés y preparada para enviarla al Parque. Hay dos o tres conclusiones que me gustaría transmitirte. La primera es que es necesario volver cuatro o cinco veces más para que nuestras conclusiones científicas sean reseñables; por lo que necesitaremos organizar varias expediciones más. La segunda es que la importancia del Parque Nacional de las Aves de Djoudj para la supervivencia de los paseriformes (y de las aves migratorias en general) de origen europeo es tan enorme que las instituciones españolas y europeas deben comprometerse en su conservación y mantenimiento; en su rentabilización social. La tercera es que la realización de expediciones internacionales está al alcance de cualquiera suficientemente motivado y que sus resultados son espectaculares. Por último te diré que espero poder utilizar la Memoria para recabar tanto la implicación de instituciones públicas como para buscar patrocinadores entre las empresas privadas. 801811

Un paraíso secreto

Estuve ayer en un sitio tan espectacular, tan hermoso, que no puedo decir en donde está porque lo acabarían destruyendo. Baste decir que fue como estar en un selva primigenia. Altísimos árboles naciendo de un suelo arenoso. Decenas de nidos, centenares de aves. Como un paraíso; que sobrevive porque se han olvidado de él. Cómo será ¡que hasta despertamos a dos jabalíes que estaban durmiendo en el barro! Chis, ni una palabra más, quien quiera conocerlo tendrá que ser boca a oído. Chitón.

lunes, 19 de abril de 2010

Escenas de Jordania.

El día 7 de abril, en Petra, en la Petra de los nabateos, luce el sol. Son las 7:45 de la mañana cuando en el jardín trasero del hotel Nabatean Castle, entre los jóvenes árboles de una repoblación de coníferas, un grupo de verderones (Carduelis chloris) picotea ávidamente por el suelo. En las ramas bajas de los jóvenes ejemplares se afana una pareja de curruca capirotada (Sylvia atricapilla), muy cerca una curruca zarcerilla (Sylvia curruca) rebusca entre las ramas de otro arbolito. Por encima de todo ello revolotea una pareja de avión roquero africano (Ptyonoprogne obsoleta). Aparece de pronto un macho de gorrión moruno (Passer hispaniolensis). Cuando a las 10:40 nos encontramos, después de atravesar el Siq, frente a la iluminada fachada del "Tesoro", entre las doradas rocas se mueven un bulbul árabe, un grupo de gorriones chillones (Petronia petronia), y media docena de aviones roqueros. ¡Pero nosotros queremos ver al Camachuelo del Sinaí! Llamado Carpodacus synoicus es el pájaro nacional de Jordania y uno de los lugares en el que nos han asegurado que lo veríamos es en Petra. De hecho fue descubierto y clasificado por primera vez en Petra en 1912. Son ya las 11:05 y hemos visto tortolitas de Senegal, alguna tórtola turca, una bandada de más de 100 rapaces (Busardos Buteo buteo subespecie vulpinus) volando en lo alto, alguna paloma bravía, pero no aparece el camachuelo del Sinaí. Hacia las 15:20, después de subir y bajar hasta el Monasterio, vemos una pareja de cuervos de cola corta (Corvus rhipidurus), aviones roqueros africanos, gorriones chillones, etc. A eso de las 15:50, bajo un sol ardiente, un cernícalo sobrevuela lentamente el templo nabateo. A las 16:45, oscurecido ya el lateral oeste de Petra, vemos a unas cuantas parejas de tortolitas del Senegal entregadas a ritos de cortejo. A lo lejos una abubilla se dirige con una ceba en el pico hacia su lejana nidada. Nos rodea el zureo de palomas domésticas y bravías en los acantilados. Del camachuelo ni rastro, empieza a refrescar. Va cayendo la tarde. Pero el día ha sido mágico. Prestando inmenso marco a tanta vida salvaje, las fachadas de las tumbas reales de Petra se van sumiendo en la oscuridad. Entre las rocas únicamente quedan los oscuros beduinos y toda la fauna ornítica. Toda la otra fauna, la de las hordas de pálidos turistas, vamos abandonando el valle. El silencio va recuperando su terreno. ¡Y el camachuelo de Jordania sin aparecer! Pero ha merecido la pena... hasta he cabalgado a caballo como ¿Harrison Ford?, ¿como Indiana Jones? 801811

De los nombres científicos de varias aves.

Pico mediano: Dendrocopos medius. Dendrocopos está formado con las palabras griegas dendros (árbol en general) y kopos (golpe). "El que golpea los árboles". Medius significa en latín "en el medio". Ello se debe a su talla intermedia entre los otros picos (Dendrocopos major Pico picapinos y Dendrocopos minor Pico menor).

Halcón peregrino: Falco peregrinus. Falco es una palabra del bajo latín, siglo IV dC, que significaba halcón. El término derivaba del latín clásico falx (hoz) y hacía referencia a la forma de hoz de sus alas. Peregrinus está tomada directamente del latín peregrinus (extranjero) y peregrinor (viajar al extranjero). El origen de la palabra lo encontramos en el propio latín per (a través) y agros (campos). El peregrino es pues quien camina por montes y valles.

Chova piquirroja: Pyrrhocorax pyrrhocorax. Del griego purros (rojo-fuego o bermejo, rojizo, el color del pico y de las patas) y corax (cuervo). Plinio utilizaba ya Pyrrhocorax en su Historia Natural (s. I dC) con el sentido de "cuervo de pico rojo".

Alimoche común: Neophron percnopterus. El origen de Neophron hay que buscarlo en un personaje de la mitología griega que fue transformado en buitre. La historia, confusa como todas las historias de la mitología griega, es la siguiente: Aigypios tenía como amante a una viuda llamada Timandrea, cuyo hijo se llamaba Néophron. Éste, celoso de Aigypios, lo organiza todo para que Aigypios, creyendo encontrarse con Timandrea, se acueste con su propia madre Antea. Boulis, padre de Aigypios y esposo de Antea, advertido del escándalo de que su hijo se acuesta con su propia madre (y esposa suya), quiere arrancar los ojos a su hijo. Pero Zeus, dios de dioses, tiene compasión de estos apasionados personajes humanos e interviene convirtiéndolos a todos en aves: Aigypios y Néophron en buitres, Boulis en colimbo, y Timadrea en carbonero o herrerillo. Como véis la historia es confusa, pero Zeus, transforma una confusa historia de incestos y venganzas en una bonita historia de zoofilia interespecífica. Percnopterus, está formada de dos palabras griegas: perknos (negro) y ptéron (alas). Por lo tanto se llamaría "el buitre de alas negras". Según Bernis, el español alimoche probablemente deriva de nombres locales con raiz milano como milocha, amilocha, amiloche, etc. Rodriguez de la Fuente, a principios del siglo pasado, lo conocía con el nombre local pozano de varibañuela. Esto es todo amigos.

Una mañana de sábado.

Este sábado día 17 de abril la cita era a las siete de la mañana con la gente de Mioma, localidad situada al oeste del territorio alavés. Para las siete y media ya estábamos en el interior del extenso bosque de robles. Hemos conectado el reclamo y, al poco rato, junto a la laguna rodeadad de árboles, entre la bruma fría, han empezado a responder otros machos. Un momento y se ha dejado ver, encaramándose a lo más alto de las ramas más finas, un ejempler de pico mediano (Dendrocopos medius). Hemos ido cambiando de colocación a lo largo de la mañana y hemos convocado a otros tres o cuatro, pero a uno de ellos lo hemos podido ver a placer. Aparecían de entre los árboles como pequeños fantasmas, nerviososo y pálidos, y al poco desaparecían. La mañana era desapacible y llovía, pero la satisfacción de poder ver ejemplares de este pequeño pícido tan alta, que incluso a uno de nosotros se le ha olvidado la mochila con el equipo óptico. Después de almorzar, ya de retirada, hemos podido ver en una alta peña, mientras buscábamos una pareja de alimoches (Neophron percnopterus), un ejemplar de halcón peregrino (Falco peregrinus) y varias chovas piquirrojas (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Por fin en el fondo de de los telescopios ha aparecido la pareja de alimoches. Uno subía en picado al cielo mientras el otro se alejaba lentamente, para después picar y cruzarse juntos, Estaban en pleno cortejo. Emitían pequeños gritos como reclamos de localización o aviso. Volaban, planeaban, volvían a realizar picados ascedentes, bajaban planeando, ha sido un bonito espectáculo. Después de unos cinco minutos nos hemos retirado, pues aunque estábamos a más de trescientos metros de distancia, es un ave muy sensible a la presencia humana. 801811

viernes, 16 de abril de 2010

Escenas siriacas III

Son las 12 y media del día 1 de abril y estamos en Alepo, ciudad antigua del norte de Siria permanentemente actualizada por el tráfico y el comercio. Hay miles de vencejos (Apus apus) por el cielo. Pero el ave más abundante, presente en todas las ciudades de Siria y de Jordania, es la tórtola senegalesa (Streptopelia senegalensis). En el barrio armenio por el que pasamos están posadas en los cables, las paredes, los árboles, los solares. Las hay por todas partes. En la plaza central del llamado Barrio Nuevo, al que la gente sigue llamando barrio armenio, hay más de 80 a la vista. En una esquina de la plaza, en el suelo, junto a una tienda de joyas, un macho de cernícalo común (Falco tinunculus) se agita dentro de una jaula. Pienso en lo que le gustaría estar libre y poder lanzarse como una maldición sobre los bandos de tórtolitas. El día 2 de abril, que amanece fresco y soleado, vuelan nubes de vencejos comunes sobre Alepo. Vemos simultáneamente más de cien tórtolas del Senegal y gorriones, y más de cincuenta palomas domésticas zurean junto a nuestras ventanas. La vida se agita en esta primavera. Allá abajo, en las calles, muchas familias se preparan para salir al campo. Es viernes y es festivo. A los sirios les gusta pasar los días de fiesta sentados en la hierba. Aunque sea en la mediana de la autopista o en un retazo de campo entre carreteras. Todos los seres vivos sienten la llamada de la primavera.

Escenas siriacas II

Paramos la furgoneta y aparcamos en un pequeño bar a unos 10 kms de Homs y a unos 150 kms de Palmira, de donde venímos. En un lugar en el que los ejércitos de Aureliano, emperador romano, destrozaron a las tropas palmiranas de la reina Zenobia... hace unos cuants de cientos de años. ¡Qué gusto ir andando por un camino cubierto de hierba! El sol, en todo lo alto, calienta las plantas, los árboles que nos rodean y el suelo. Huele a verano. A nuestro alrededor zumban los insectos. ¡Qué gusto oir zumbar a los insectos! A lo lejos se oyen los ladridos de los perros. Hay cantos de pájaros por todas partes. Estamos en el medio de un campo de olivos y almendros, en el centro de Siria. Cruza el aire vibrante una lenta abubilla (Upupa epops). Los mazanos están en flor, de las yemas de las vides pugnan por salir las hojas. Los bordes del camino relucen de amapolas. Verdecillos (Serinus serinus), gorriones (Passer domesticus), escarabajos, saltamontes, mariposas, abejorros, la vida bulle activa a nuestro alrededor en esta cálida primavera del centro de Siria. Me recuerda a los tiempos pasados en los que no había en el campo ni fertilizantes ni pesticidas. Los olivos son regados por goteo. Pero puede durar poco. En Siria se están instalando industrias pesadas, petrolífera y farmaceútica, para contaminar allí todo lo que no se les permite en el impoluto mundo desarrollado. Al poco, ya en Homs, vemos carteles sobre pabellones industriales que dicen "Pesticidas, fertilizantes y equipo". Cuando su uso se extienda por estas tierras, el campo se silenciará. Desaparecerán los ribazos, las plantas "inadecuadas" y los insectos dejarán de zumbar. Ha sido bonito, pero tiene cierto sabor a final de una época. 801811

miércoles, 14 de abril de 2010

Escenas orientales II

Tortolita rabilarga.
Bulbul árabe.
El primer día de nuestra llegada a Oriente, día 28 de marzo, lo pasamos encerrados, por estar "en tránsito", en el Hotel Golden Tulip de las Royal Jordanian Airlines. Como teníamos que esperar allí prácticamente 24 horas, las pasamos tranquilamente en el jardín conversando y observando pajarillos. En un jardín trasero, orientado al oeste, muy descuidado, que era un olivar con el suelo cubierto de gramíneas, apareció una pareja de bulbul árabe (Pycnonotus xanthopygos). Eran las 08:20 y el día estaba soleado. A continuación aparecieron varios verderones (Carduelis chloris). Un poco aburridos de un jardín tan oscuro a aquellas horas de la mañana, nos pasamos al jardín delantero que estaba orientado al sur. Pronto nos visitaron una tortolita rabilarga (Oena capensis), tórtolas turcas (Streptopelia decaocto), un macho de mirlo (Turdus merula), más parejas de bulbules árabes; pero los que animaban el cotarro eran los gorriones componentes de una colonia que anidaba en las farolas de la entrada. A seis o siete metros de altura construían sus nidos encima de las propias bombillas de unas farolas que, por lo visto, no funcionaban. Cada pareja se había instalado en una farola y trabajaba con verdadera agitación para construir el nido. Se trataba de gorriones comunes (Passer domesticus) y las parejas eran estrictamente de un macho y una hembra. Ambos colaboraban en la construcción del nido acarreando material. Entre acarreo y acarreo se tomaban un respiro y realizaban una activa cópula. Estaban ocupadas todas las farolas posibles, unas diez, cada una por una pareja.

Localizando colonias de ardeidas.

Garcilla y buey.
Ayer pasé una tarde magnífica. Estaba yo un poco fastidiado pues me he traído de Oriente un tremendo catarro del tipo "aire acondicionado estropeado congela todo un autobús", pero me animé a seguir la llamada de mi socio para salir al campo y evaluar las colonias de ardeidas cuyos pollos anillaremos de aquí a dos o tres semanas. La colonia de Garza real (Ardea cinerea) en árboles, cuyos pollos anillamos todos los años, está estupenda, con más de 34 nidos. La que era incipiente colonia de Garcilla de bueyera (Bubulcus ibis) está también asentada con más de 14 parejas empollando. Los adultos estaban brillantes, con sus colores y sus plumas de cortejo y cría. Cuando estudiábamos ésta pudimos oir al cuclillo (Cuculus canorus) reclamar. Como, en mi caso, era el primero de la temporada, me preguntaron si tenía dinero en el bolsillo (pues ya sabéis la tradición de que el dinero que lleves cuando oyes al cuclillo cantar por primera vez se multiplicará a lo largo de la estación). No tenía dinero, no, tampoco calderilla ¡pero llevaba todas las tarjetas de crédito! Espero que la leyenda se materialice y todo el crédito gastado (especialmente) y sin gastar de plástico que llevo en la cartera se multiplique por 10. Cuando regresábamos, ya anochecido, a casa, echamos una última mirada a un solitario nido de garza real que hay en unas lagunas. Allí estaba un adulto echado transmitiendo calor a los huevos. Era de noche y hacía frío, pero del catarro casi me había olvidado. 801811

Escenas orientales I


El lugar de la "hazaña".

Es Amán, capital de Jordania, son las 09:30 de la mañana del día 9 de abril y en el cielo lucen nubes y claros. Hace frío. Desde la ventana de la habitación nº 406 de Hotel Bristol, observamos a un córvido afanarse en su cotidiana búsqueda de sustento. Es un magnífico ejemplar de Corvus corone cornix. Sobre unos depósitos de acero galvanizado, situados sobre la cubierta plana del edificio de enfrente, despedaza trozos de una costilla de cordero y los esconde en los agujeros de un ladrillo próximo.
En un edificio próximo repite la operación. Se va, vuelve, reinicia la tarea. Las chuletas, probablemente, las ha subido allí él. Pero los ladrillos están allí dejados por alguna persona. El animal ha sabido aprovecharlos. En muchos de los edificios que nos rodean hay depósitos similares, con piedras o ladrillos encima (quizás para sujetar la tapa). Los que utiliza la grajilla son los únicos, de entre los que se ven, que tienen orificios. Quizás haya otros por la ciudad y el córvido ha sabido descubrir su utilidad como despensas seguras.

martes, 13 de abril de 2010

Escenas siriacas I



Apamea es una ciudad de origen griego que se fundó en el 300 a. C. Lleva el nombre de la esposa del fundador. Está situada en Siria. Llegamos a Apamea al atardecer del día 31 de marzo. Eran las seis menos cuarto de la tarde y el sol estaba cayendo sobre las ruinas de la ciudad. El silencio era total, la luz magnífica. Entramos por los restos de una calle flanqueada por una columnata. A ambos lados, más ruinas emergían de campos de cereal. Sobre las ruinas pastaban rebaños de ovejas. A lo lejos, el humo iba surgiendo de las viviendas habilitadas por sus moradores en la antigua ciudadela (convertida después en castillo árabe). El viento trae los olores primitivos a establo, fuego, campo, oveja. Hay piedras por todas partes, del suelo emergen columnas, esquinas, frisos tallados. Los niños nos rodean y nos regalan flores. Algunos adultos se acercan para ofrecernos monedas griegas y romanas, exvotos de bronce, vidrios y ampollas de cristal rescatadas de entre las ruinas. Hacen sencillos chistes sobre todo ello. Sigue atardeciendo. Un macho de codorniz canta vibrante desde el cereal. Entre las columnas caza una pareja de cernícalos vulgares (Falco tinunculus), pero como están en celo, sus vuelos de caza pronto se convierten en vuelos de cortejo. Se persiguen, se atacan, chillan. A la derecha, sobre la esquina más alta de un gran sillar apenas aflorado entre un montón de piedras, un mochuelo (Athene noctua) gira de vez en cuando la cabeza. Su perfil es el mismo que el que aparece en las monedas apresuradamente robadas que nos acaban de ofrecer. El ambiente tiene algo de magia antigua. Pero estamos en Siria en el siglo XXI. Cae el sol y nos retiramos hacia la furgoneta con un ligero temblor, será que ha refrescado.


Ya de vuelta.

Después de quince días por Siria y Jordania ya estoy aquí. He llegado tan cansado que todavía soy incapaz de ponerme a escribir en el blog. Hemos visitado ciudades, ruinas, desiertos, Petra, Palmira, yacimientos arqueológicos, monasterios, zocos, castillos y fortalezas. Me ha parecido más interesante Siria que Jordania; pero en Jordania está Petra. En todas las salidas, visitas o excursiones, he ido con mis prismáticos y mis guías de aves para intentar localizar e identificar todas las aves que aparecían por allí. La experiencia ha sido magnífica. Las especies de aves identificadas unas cuarenta. Al principuio los comañero sde viaje se sorprendían de que todo el día fuera con los prismáticos en lugar de con una máquina de fotos. Luego preguntaban, y finalmente decían "Ah, pero ¿hay pájaros por aquí?". Pero yo lo he pasado genial. Ya os iré contando.