Mi Código de la Circulación por la carretera de la vida.

"Yo soy solo uno. Puedo hacer solo lo que uno puede hacer; pero lo que uno puede hacer, yo lo hago" (John Seymour, 1914-2004). //La sinceridad está sobrevalorada.// Antes de hablar ten claro que las palabras sean más oportunas que el silencio.// No discutas nunca con un imbécil. Te obligará a rebajarte a su nivel y te ganará por experiencia.// ¡Cuántas veces no se pretende sólo derrotar al contrario, sino más bien hundirle tanto en lo profesional como en lo personal!// ¿Quieres ser feliz un instante (o dos)? ¡Véngate! ¿Quieres ser feliz para siempre? ¡Perdona!// Cuanto más pequeño es un corazón, más rencor alberga.// No juzgues. Todas las personas te pueden sorprender si les das la oportunidad.// Tú sigue adelante, si alguien quiere ir contigo, que tire también.// No mires mucho alrededor, sigue adelante pues como dijo no sé quién: "es preferible pedir disculpas a pedir perdón".// No es posible caer bien a todo el mundo. Hagas lo que hagas unos te querrán y otros te aborrecerán. Es inevitable.// El ser humano forma parte de la Naturaleza y es un ser vivo como los demás (árboles, zorros, libélulas, bacterias) por lo que está sometido a los mismos procesos vitales.// Las religiones son el principal enemigo de la salud mental.// Si soy normal, y hago esto y lo otro, seguro que todas las demás personas harán lo mismo o cosas parecidas.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Hay gente pa tó.

En uno de esos programas de telebasura de Telecinco o de la Sexta, una de las contertulias se defendía de las acusaciones que le hacían los demás porque le gustaban algunas cosas singulares. Ella, poniéndose gallita exclamó: "Ya ves esos ingleses tan raros que se dedican a mirar a los pájaros y son felices". Hacia 1812, según recuerda en su Autobiografía, Charles Darwin, tras la lectura del Selbourne de White, "Me interesó mucho observar las costumbres de los pájaros e incluso tomé notas sobre la cuestión. En mi simpleza, recuerdo que me preguntaba por qué no todos los caballeros se hacían ornitólogos".
"I took much pleasure in watching habits of birds, and even made notes on the subject. In my simplicity I remember wondering why every gentleman did not become an ornitologist".

Hay gente pa tó, en efecto. Pero la observación de pájaros (birdwatching) no hace daño a nadie y nos hace felices a muchos. "¡Va por usté, don Carlos!".

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